domingo, 30 de octubre de 2011

42/52 Qué buena es la envidia

Iba a hablar de otra cosa pero me ha dado mucha envidia al ver la entrada de la trasteadora Nuria, así que...
El primer mandala que vi estaba colgado en una pared de un cuarto-taller de Nuria, me cautivó la armonía de esa simetría llena de formas y colores; y de la envidia tan grande que me dio me entraron unas ganas tremendas de pintar mandalas, primero bajándolos de internet y después dibujando y pintando los míos propios. Después de aquella inspiración arrebatadora que duró lo que duró -más bien poco- he vuelto a retomar esta actividad, que me ayuda a concentrarme, a pensar detenidamente y a disfrutar jugando con los colores. 
A mi madre le regalé hace poco un cuaderno de mandalas que con sus  casi 80 años le están sirviendo para muchas cosas; después mi hermana le regaló un cuaderno de mandalas a su hija, que estaba envidiosa de los preciosos mandalas de su abuela; mi amiga Rocío y su hermana Emma, de verme a mí tan feliz dale que te pego con los mandalas, las muy envidiosas también se han hecho cada una con un cuaderno de mandalas y, como la envidia es así, su madre les pinta alguno cada vez que las visita. Y por fin mi querida amiga trasteadora, como no podía ser menos (envidiosa) se ha regalado por su cumple un precioso cuaderno de mandalas del mundo y me ha dado una envidia tremenda al ver lo bonito que los ha pintado.
Que sí Nuria, que la envidia puede ser muy sana, solo depende del corazón que lleve puesto el que la sienta... y por aquí solo andan muy buenos corazones.


Mandalas para todas.

Cris.

2 comentarios:

  1. QUE BONITO CRIS, UN TEXTO PRECIOSO A LA ENVIDIA CON TAN MALA FAMA, COMO EL EGOISMO. LEER LAS ENTRADAS DE USTEDES ME DEVUELVE A MI ESAPCIO INTIMO QUE TANTO ME ESCASEA.
    UN BESO . NOEMÍ

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  2. caracho, con tanto amandala Moya va a estar muy relajaíta...ommmmmmm

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