42/52 Mis amigas de las Dinner

Tengo la suerte de tener varias y buenas amigas y poder reunirlas a todas una vez al año. Empezó con una cena que se ha convertido en la Dinner's Club 77. Este año fue la III Dinner's Club 77, en la que estuvieron todas sin que faltara ninguna.
 

Disfruto tanto, que al finalizar la cena ya estoy pensando en la siguiente, bueno, yo sola no, sin haber terminado la cena muchas de nosotras ya estamos hablando de la siguiente y sobre las cosas que identificarán la misma. Nos encantan los juegos, las dinámicas, la identidades, los péndulos y las cartas del tartot y el oráculo del  i ching por el que nos dio este año. Me encanta la atmósfera de complicidad e intimismo que se crea, y por supuesto, de diversión.

A todas tengo que agradecer alguna cosa que hace que sean buenas amigas, cada una con sus detalles, cada una con su mirada, su voz, su risa, sus ocurrencias.

Este año me gustaría agradecerle a María su buena idea de empezar temprano la reunión para echarnos un aperitivo con un excelente espumoso italiano de edición reservada; doradas burbujas que nos hicieron flotar unos centímetros del suelo nada más probarlo.

A Iballa por su definición, me gustó muchísimo, las palabras, la postal y el detalle tan personal.

A Dunia por haber hecho el esfuerzo por venir y por traer la dulzura en tus postres y en tu voz y mirada.

A Nuria por la ayuda logística previa a la cena y por los preciosos vasos de colores que me regalaste. Por llenar la estantería de portavelas de colores amarillos y rojos. Por el péndulo. Por estar siempre ahí dispuesta y disponible y por las comidas que te prepara Sebas y que nosotras disfrutamos.

A Rocío, por renunciar a otra interesante y prometedora cena y venir a la nuestra a escuchar a nueve mujeres hablando de... muchas cosas. Y gracias por emocionarme con tus palabras que identificaban a tu pareja, a todas nos encantó.

A Emma por su saber estar, por sus inteligentes palabras y, cómo no, por los quesos tan tan sabrosos y picantes que nos sirvieron de aperitivo y de postre.

A Noemí por sus risas y por sus iniciativas, siempre dispuesta a una reunión más, a una quedada más, a un proyecto nuevo. Y por llamar al cabo de los días para saber qué pasa que no escribo en el blog ¡jajaja!

A Rosi, porque además de traer su sencillez "puesta" hasta en los postres -un delicioso postre de queso con uvas frescas- se quedó hasta más tarde que nunca, algo que a todas nos sirvió de comentario ("oye, qué tarde se ha ido Rosi este año... ¡qué bien!").

A Patricia, mi hermana y mi amiga, por todo. Por venir muchas horas antes y darme siempre buenos consejos y tener buenas ideas, con tu sentido de la estética y del gusto bien afinado.

Y a Paco, mi compañero de vida, por tu siempre buena predisposición y buen humor, que hace que cada día me siga enamorando de ti. Esta noche del año... pa' la calle ;-)

Ellas. Falta Noemí ¿dónde estabas?

Cris